jueves, 8 de marzo de 2007

DESORDEN DE SUELDOS Y DIETAS EDILES


El Escándalo.
Nadie duda de que el alcalde sea el político más cercano a sus ciudadanos, pero también es el más alejado en cuanto a sus retribuciones y el sueldo medio de los habitantes de su municipio. El alcalde y regidores de la provincia de Azángaro generaron un conflicto social de impacto nacional, con relación al monstruoso sueldo y dietas percibidas en los primeros meses del año en curso, de 10,000.00 nuevos soles para el alcalde y S/. 3,000.00 Nuevos soles para los regidores. Este escándalo no solo despertó la ira del pueblo, dirigentes y líderes sociales de Azángaro, sino también de otras provincias y distritos del Perú, que en el transcurrir de estos días vienen destacándose como noticias de principales medios de comunicación el cual se viene convirtiéndose en el caldo de cultivo para afectar la gobernabilidad y el desempeño de un gobierno local o regional, y que lógicamente la primera resonancia fue en el gobierno regional que casi tiene un sueldo similar al presidente de la republica, todo bajo el criterio de que los regidores y consejeros deben de tener como dieta el 30% del total del sueldo del titular de pliego tal como lo establece el Decreto de Urgencia Nº 019-2006 y el Decreto Supremo Nº 133-2006-EF.

El Culpable.
Alan García Perez, con su característica de expresar discursos convincentes, nadie puede dudar que también sean discursos solapados, llenos de sorpresas, era de esperar que el anuncio que hiciera en el mes de julio del año pasado, de emprender un gobierno “Austero” y como buenos ciudadanos candidos aplaudimos este pregón. Una de las medidas fue el Decreto de Urgencia Nº 019-2006 y el Decreto Supremo Nº 133-2006-EF, en la que establece que un alcalde distrital o provincial, con excepción el de Lima Metropolitana, no puede ganar más de S/. 11.050, y los regidores no pueden percibir más del 30% de lo que gane el alcalde, de agosto a diciembre del 2006, que inclusive congela los el monto de los sueldos que se venían percibiendo sin incrementarse en absoluto. Lógicamente esta medida contraviene a la autonomía establecida en la Ley Orgánica de Municipalidades, y basándose podrían no acatar dicha medida, pero como les es favorable algunos vienen acatándola sin medir consecuencias político, sociales y de gobernabilidad, el mismo que se interpreta una distracción o cortina de humo del gobierno central, “mientras ellos hacen de las suyas, nosotros nos sacamos los ojos entre paisanos”.

La Solución.
Muy a pesar de la medida establecida, los gobiernos locales y regionales son autónomos y pueden ellos decidir participativamente la fijación de un sueldo o una dieta, que lógicamente no implica que sea el mas alto o el mas bajo, sino tomar criterios coherentes y proporcionales al número de habitantes, a los niveles de pobreza, a la capacidad productiva de sus funciones ediles, considerando su dedicación exclusiva o su dedicación parcial en función de la población. Cabe mencionar que ante la mala situación económica de un pueblo “La ambición siempre despierta rivalidad y escándalo”, por ello la recomendación a las nuevas autoridades es mejor iniciar una gestión en forma productiva y participativa, dinámica y anímica de tal forma el incremento de vuestros sueldos y dietas se vienen por añadidura; Palabra de Pueblo…