Luego de que se difundieran los asquerosos “petroaudios Apristas” (Caso Rómulo León – Alberto Quimper). El APRA, no logra frenar un posible debacle político, muy a pesar de no reincidir en ratificar a del Castillo y compañía en los cargos ministeriales; sin embargo como buenos desfachatados, vienen implementando sus estrategias para recomponerse y pasar por desapercibidos. Esto aun no basta. Se quema el dedo que pretende cubrir las barbaridades naturales de los “bufalos”. El iceberg sale a flote en medio de la inmundicia aprista. ¡Gobernabilidad! ¡Gobernabilidad!.. Es el grito de los búfalos sangrantes, mientras se recomponen en la arena política, utilizando la figura de Yehude Simon, no solo para este fin, sino, para debilitarle el piso al ofuscado Ollanta Humala y al principado de los Fujimori.
Diferentes analistas políticos, concentraron sus neuronas en discernir la decisión tomada de Alan García, quien entregara en un mendrugo de bandeja el premierato y algunos cupos ministeriales al destacado regionalista Yehude Simon. En este caso cabe ir mas allá del cliché trillado de la “gobernabilidad” o “lucha contra la corrupción”. Sucede que tanto como el APRA liderado por Alan García y Yehude Simon, se necesitan el uno para el otro, y no hay mejor momento para aprovechar el costo, oportunidad y Beneficio, para saciar sus propias expectativas políticas electorales.
Yehude Simon, tiene sus propios intereses políticos como fundador del partido humanista, con miras a las siguientes contiendas electorales. Aunque en uno de sus manifiestos dijo que “habría aceptado el cargo ministerial, supuestamente para ayudar al Perú en un momento critico, cuando en realidad le servirá para promocionar su candidatura, de la misma manera que muchos oportunistas lo hicieron, aprovechando la crisis política en la época del “Fujimorato”. Al parecer todo es un circulo vicioso que pocos conocemos hasta donde puede llegar la asociación de los partidos capitalinos para rotarse el poder nacional.
Finalmente; Yehude Simon se encuentra en una posición que le permite avizorar dos escenarios. La primera es de ser parte de la servidumbre neoliberal a través de las políticas ya definidas y respetadas por el mismo modelo dentro de la plataforma Aprista. El segundo escenario es que ejerza el cargo como si fuera una practica de pre-gobierno, es decir volcar sus propuestas progresistas y de izquierda, capaces de adecuarse a nuestra realidad y concretar la tan mentada aspiración del desarrollo con justicia social, el mismo que se convierte en un reto para consolidar un concejo ministerial que hable no solo el idioma del premier, sino de la realidad del Perú profundo, caso contrario solo será un intento y por ende el fracaso de una gran esperanza político partidaria para los humanistas…Palabra del Pueblo.
*Articulo publicado en el Diario Correo y Pachamamaradio
Diferentes analistas políticos, concentraron sus neuronas en discernir la decisión tomada de Alan García, quien entregara en un mendrugo de bandeja el premierato y algunos cupos ministeriales al destacado regionalista Yehude Simon. En este caso cabe ir mas allá del cliché trillado de la “gobernabilidad” o “lucha contra la corrupción”. Sucede que tanto como el APRA liderado por Alan García y Yehude Simon, se necesitan el uno para el otro, y no hay mejor momento para aprovechar el costo, oportunidad y Beneficio, para saciar sus propias expectativas políticas electorales.
Yehude Simon, tiene sus propios intereses políticos como fundador del partido humanista, con miras a las siguientes contiendas electorales. Aunque en uno de sus manifiestos dijo que “habría aceptado el cargo ministerial, supuestamente para ayudar al Perú en un momento critico, cuando en realidad le servirá para promocionar su candidatura, de la misma manera que muchos oportunistas lo hicieron, aprovechando la crisis política en la época del “Fujimorato”. Al parecer todo es un circulo vicioso que pocos conocemos hasta donde puede llegar la asociación de los partidos capitalinos para rotarse el poder nacional.
Finalmente; Yehude Simon se encuentra en una posición que le permite avizorar dos escenarios. La primera es de ser parte de la servidumbre neoliberal a través de las políticas ya definidas y respetadas por el mismo modelo dentro de la plataforma Aprista. El segundo escenario es que ejerza el cargo como si fuera una practica de pre-gobierno, es decir volcar sus propuestas progresistas y de izquierda, capaces de adecuarse a nuestra realidad y concretar la tan mentada aspiración del desarrollo con justicia social, el mismo que se convierte en un reto para consolidar un concejo ministerial que hable no solo el idioma del premier, sino de la realidad del Perú profundo, caso contrario solo será un intento y por ende el fracaso de una gran esperanza político partidaria para los humanistas…Palabra del Pueblo.
*Articulo publicado en el Diario Correo y Pachamamaradio