Por: Roger Cahua VillasanteEl Perro del hortelano (Alan García) que se viene adueñando de las riquezas del país para vendérselos a diestra y siniestra, sin dejar comer y matando de hambre al pueblo, tomó un vuelo desde lima en “Lan Chile” rumbo a la Nación Quechua Aymara, sin presumir que entre los perros falderos (Apristas) que esperaban su arribo se encontrarían perros rabiosos y hambrientos tirados a la calle por las constante suba del costo de vida. Se le vio al perro del hortelano bajar del avión. Era un animal grande robusto y muy gordo, como todo un poderoso, miraba a ambos costados de reojo, para cerciorarse que solamente el figuraba para el beneplácito de los perros falderos. Posaba con su característica del embustero sonriente, para que el pueblo le aplaudiera sonriéndole. Más solo percibía la fiereza del pueblo.
La sorpresiva llegada del perro del hortelano a la nación Quechua Aymara, fue de película, el despliegue se realizó en más de 10 camionetas de altísimo costo bien escoltadas, con lunas polarizadas, guarda espaldas de anteojos oscuros y bien armados. La escena se suscitó muy similar a la de “los magnates de la droga” cuando ingresan a una barriada donde prima el hambre y la miseria. El apedreamiento fue justo un 08 de abril y en el mercado “Pedro Vilcapaza”, coincidentemente se celebraba el día de la inmolación del luchador social “Pedro Vilcapaza”, en la que enardecidos pobladores apedrearon a la comitiva presidencial como un acto de protesta impotente ante las constantes suba de precios de alimentos de primera necesidad.
¿Cómo protestaría usted contra Alan Garcia? Si la carretera transoceánica está paralizada, si el costo de vida está cada vez más caro; si la asistencia a los problemas de emergencia por los fenómenos climatológicos es deficiente; si apenas el proyecto lagunillas se inauguró y ya se está deteriorando; si las leyes para los sectores no se adecuan a la realidad nacional, si en las instituciones del estado solo hay trabajo para apristas, si las protestas están criminalizadas, si lo que le pagan apenas alcanza para sobrevivir. Pero nos dicen que somos un país rico con grandes ganancias económicas, etc. ¿Qué le haría?, ¿qué le diría al presidente si lo tendría frente a usted?. Imagínese usted en media carretera pastando sus 4 ovejas, un par de vacas que apenas lamben los escasos pastizales de las pampas frías, descalzo con los pies rajados por las inclemencias del tiempo, con la boca seca sin haber tomado un buen desayuno como lo toma el presidente, vestido con harapos porque no le alcanza dinero para comprarse un buen terno como lo tiene el presidente. Yo no sé, cuál sería nuestra reacción. Ya nos dijeron que hemos alcanzado el más alto índice de inflación, las cosas suben y el ministro de economía en contubernio con el presidente perro del hortelano salen al circo mediático diciéndoles al pueblo que esto sucede porque el petróleo sube en el exterior y la crisis también sucede en otros países. ¿Qué coincidencia? En el primer gobierno de Alan García también decían lo mismo, la inflación se disparó a lo más alto de la historia, hubo demasiadas colas para comprar cualquier producto, afectando críticamente a la población más necesitada, recuerdo de niño que tenía que hacer colas y conseguir que me dieran un trozo de pescado para paliar el hambre. Ojala no volvamos a lo mismo. Tal vez para este columnista sería fácil defender a los efectos negativos de la economía de libre mercado, a la política económica neoliberal como lo hacen otros colegas que fueron criados en cunas de seda, siendo herederos de hacendados, de patrones que en un tiempo oprimieron al quechua y aimara, de aquellos que nunca mordieron el vinagre de la pobreza. No por el hecho que hoy goce de una sacrificada y estable posición académica y económica tenga que olvidarme de que fui pobre y no tenga que protestar ante el salvajismo del perro del hortelano capitalista de un “gobierno fujiaprista”…Palabra del Pueblo.
La sorpresiva llegada del perro del hortelano a la nación Quechua Aymara, fue de película, el despliegue se realizó en más de 10 camionetas de altísimo costo bien escoltadas, con lunas polarizadas, guarda espaldas de anteojos oscuros y bien armados. La escena se suscitó muy similar a la de “los magnates de la droga” cuando ingresan a una barriada donde prima el hambre y la miseria. El apedreamiento fue justo un 08 de abril y en el mercado “Pedro Vilcapaza”, coincidentemente se celebraba el día de la inmolación del luchador social “Pedro Vilcapaza”, en la que enardecidos pobladores apedrearon a la comitiva presidencial como un acto de protesta impotente ante las constantes suba de precios de alimentos de primera necesidad.
¿Cómo protestaría usted contra Alan Garcia? Si la carretera transoceánica está paralizada, si el costo de vida está cada vez más caro; si la asistencia a los problemas de emergencia por los fenómenos climatológicos es deficiente; si apenas el proyecto lagunillas se inauguró y ya se está deteriorando; si las leyes para los sectores no se adecuan a la realidad nacional, si en las instituciones del estado solo hay trabajo para apristas, si las protestas están criminalizadas, si lo que le pagan apenas alcanza para sobrevivir. Pero nos dicen que somos un país rico con grandes ganancias económicas, etc. ¿Qué le haría?, ¿qué le diría al presidente si lo tendría frente a usted?. Imagínese usted en media carretera pastando sus 4 ovejas, un par de vacas que apenas lamben los escasos pastizales de las pampas frías, descalzo con los pies rajados por las inclemencias del tiempo, con la boca seca sin haber tomado un buen desayuno como lo toma el presidente, vestido con harapos porque no le alcanza dinero para comprarse un buen terno como lo tiene el presidente. Yo no sé, cuál sería nuestra reacción. Ya nos dijeron que hemos alcanzado el más alto índice de inflación, las cosas suben y el ministro de economía en contubernio con el presidente perro del hortelano salen al circo mediático diciéndoles al pueblo que esto sucede porque el petróleo sube en el exterior y la crisis también sucede en otros países. ¿Qué coincidencia? En el primer gobierno de Alan García también decían lo mismo, la inflación se disparó a lo más alto de la historia, hubo demasiadas colas para comprar cualquier producto, afectando críticamente a la población más necesitada, recuerdo de niño que tenía que hacer colas y conseguir que me dieran un trozo de pescado para paliar el hambre. Ojala no volvamos a lo mismo. Tal vez para este columnista sería fácil defender a los efectos negativos de la economía de libre mercado, a la política económica neoliberal como lo hacen otros colegas que fueron criados en cunas de seda, siendo herederos de hacendados, de patrones que en un tiempo oprimieron al quechua y aimara, de aquellos que nunca mordieron el vinagre de la pobreza. No por el hecho que hoy goce de una sacrificada y estable posición académica y económica tenga que olvidarme de que fui pobre y no tenga que protestar ante el salvajismo del perro del hortelano capitalista de un “gobierno fujiaprista”…Palabra del Pueblo.
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