
Si hoy es realidad la Central Hidroeléctrica San Gabán, Electro Puno, Malecón eco-turístico, Carretera Interoceánica; fue por las sacrificadas movilizaciones del pueblo regional que conquistaron nuestro porvenir. Si hubo luchas; hubo causas para protagonizarlos y pronunciarnos. Si hubo pronunciamiento, es porque el pueblo siempre tiene voz y la voz del pueblo es la voz de Dios. Si el pueblo tiene voz; es porque el pueblo tiene la palabra y su propuesta. “Palabra del pueblo” frente a tantos problemas y necesidades que aquejan a nuestros conciudadanos. Porque Cada vez hay más pobres. La inflación nos sorprende con la suba constante del costo de vida. La corrupción corroe el desarrollo de nuestros pueblos. El desempleo es cada vez crítico. La contaminación ambiental se prolifera más y más. El narcotráfico se asocia al contrabando. Nuestras generaciones se degradan moralmente. Estos y otros problemas, están atentando la vida de nuestro pueblo quechua y aimara.
Ahora el pueblo nuevamente se une para protestar. La mayor razón del paro es el excesivo costo de vida que viene incrementándose cotidianamente; haciendo que los índices inflacionarios acumulados superen los parámetros previstos en el marco del crecimiento económico para América latina, el Caribe y Centroamérica. Muy a pesar que el ejecutivo del gobierno diera las explicaciones y justificaciones sobre el incremento de la tasa inflacionaria. El pueblo no lo cree y esta desconfianza es justificable; Por cuanto en el primer gobierno de Alan García se dijo lo mismo y se demostró la incapacidad del gobierno aprista en poder contrarrestar los efectos negativos de las variaciones económicas que conllevaron a la hiperinflación. ¿Acaso el gobierno no tiene un equipo técnico que genere estrategias para mitigar los efectos inflacionarios? Claro eso si tiene un buen equipo para criminalizar las protestas del pueblo.
Por ello consideramos que la libertad de expresión no es si no; el rescate de nuestro pensamiento juicioso; frente a una situación real y pertinente con la doctrina del pueblo. Lo malo sería dejar de decirlo ó reprimirlo criminalizándolo con licencia para matar al protestante; ya sea con el excesivo conservacionismo de la palabra ó con una acción mediática de paralelismo y sucesiva minimización solapada en trampas de leyes pro-intimidatorios. Pues bien. El estrado del pueblo está amotinado y en esta protesta tiene que haber propuesta y las ideas se combatan con ideas y menos con represión. Palabra del Pueblo.
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